Antes de que llegue tu nuevo cachorro, hay una serie de cosas que tienes que preparar para tener la seguridad de que se sentirá cómodo y feliz en su nuevo hogar.
Comederos y bebederos
Utiliza comederos y bebederos que sean de acero inoxidable o de cerámica y con una base pesada. Los comederos y bebederos de plástico terminarán siendo probablemente juguetes masticables, y las marcas de los dientes pueden convertirse en un nido de bacterias. Si son más pesados, será difícil que tú (o tu cachorro) los volquéis por accidente.
Si tu cachorro tiene las orejas largas de manera que pueden sumergirse en el pienso y el agua, existen unos comederos y bebederos especialmente estrechos para mantener sus orejas limpias y secas.
Chapa de identificación
Por ley, todos los perros tienen que llevar una chapa en el collar con el nombre y la dirección de su dueño. Es una buena idea que añadas también tu número de teléfono. Puedes encargar la chapa por Internet o en una tienda de animales de tu localidad.
Los collares pueden soltarse o romperse, por lo que nosotros recomendamos implantar un microchip: es un procedimiento rápido, indoloro, permanente y eficaz. Pide a tu veterinario que implante el chip y tendrás muchas más posibilidades de reunirte con tu cachorro si es que en alguna ocasión lo pierdes. Comprueba con el criador o el centro de acogida si el cachorro ya lleva un microchip y pregúntales cómo puedes registrar tu dirección en el.
Salvo que estés pensando en cruzar a tu perro, no tendrás que obtener una licencia para perros.
Algo que masticar
A los perros les encanta masticar y un cachorro al que le están saliendo los dientes masticará todo lo que encuentren sus mandíbulas. Si quieres proteger tus calcetines, tus zapatos o tu sofá, compra una selección de masticables para que tu cachorro ponga a prueba sus dientes con ellos. Asegúrate de que sean no tóxicos, duraderos y no demasiado duros para la dentadura del cachorro. No dejes nunca al cachorro solo con algún objeto que se pueda atravesar en su garganta, romperse en su boca o electrocutarle.
Juguetes para el perro
Hay una enorme variedad de juguetes para perros; mira en tu tienda de animales más cercana o en Internet: encontrarás anillas, pelotas, eslingas, mordedores y discos voladores. Todos ellos están diseñados para hacer que las sesiones de juego y adiestramiento sean más divertidas tanto para ti como para tu perro.
Productos de aseo
Para tu cachorro, el acicalamiento no consiste solo en desenredar su pelo y hacer que tenga mucho mejor aspecto, sino que es una experiencia vinculante que le recuerda a cuando estaba con su madre. Compra en tu tienda de animales un peine o un cepillo y planifica sesiones diarias de acicalamiento. Diferentes pelos necesitarán diferentes tipos de cepillo; pide consejo a los dependientes de la tienda de animales, al criador de tu cachorro o a otros dueños con perros como el tuyo.
Tendrás también que cortarle las uñas y bañarle de vez en cuando, así que te merece la pena comprar un par de tijeras de uñas y también algún champú para perros.
Vallas para escaleras
Escaleras, balcones y estanques deben estar todos ellos fuera del alcance de un cachorro curioso; si colocas en un lugar estratégico una valla para escaleras como las que se usan con los niños pequeños, te ahorrarás el trabajo de no tener que estar vigilándole. Una valla puede ayudar también a proteger tu mobiliario y tus posesiones del instinto irrefrenable de masticación de tu cachorro.
Uso de una jaula
Es posible que te hayan dado una jaula para el transporte del cachorro a casa. Siempre que la jaula sea suficientemente grande como para que el cachorro pueda moverse cómodamente, podrás utilizarla también en tu casa. Los perros odian hacer sus necesidades en su propia cama, por lo que una jaula es una ayuda excelente para enseñarles a controlar sus necesidades en las primeras semanas cuando el cachorro se está adaptando a su nueva rutina. Puedes utilizarla también para llevarlo en coche a explorar nuevos paisajes y sonidos. Por la noche, haz que tu cachorro duerma en la jaula y, siempre que lo dejes salir a intervalos adecuados, no se harán sus necesidades en el suelo.
La primera comida de tu perro
La llegada a su nuevo hogar supone un gran cambio para tu perro. Una de las mejores cosas que puedes hacer por él es darle un bol con la misma comida que estaba tomando hasta ahora. Eso hará que tu perro se sienta cómodo y seguro.
Después, podrás decidir qué tipo de alimentos quieres darle. Si mezclas el alimento nuevo con el anterior poco a poco a lo largo de una semana, podrás cambiar la dieta de tu perro a lo que decidas que es mejor.
Ver nuestra selección de alimentos para cachorros.
Un collar y una correa
No podrás sacar a pasear a tu nuevo cachorro hasta que no le hayan puesto todas las vacunas. Puedes aprovechar ese tiempo para que se acostumbre a ir con collar y correa. De esta forma, no serán un problema cuando tenga que explorar el mundo exterior.
Hay collares y correas de distintos materiales. Se recomiendan los collares ajustables de nylon o piel suave, ya que crecen con el cachorro. Ajusta la hebilla de modo que quepan fácilmente un par de dedos entre el collar y el cuello del cachorro. Comprueba cada cierto tiempo que el collar no esté demasiado apretado; te sorprenderá lo rápido que crece el cachorro.
Si tienes un perro pequeño, como un terrier enano o razas muy pequeñas, puede que prefieras utilizar un arnés para proteger mejor su delicado cuello. (Recuerda que debes comprobar que tu cachorro siga llevando una chapa identificativa.)
La primera visita de tu cachorro al veterinario
Pide a tus vecinos con perro que te recomienden un veterinario por la zona, o utiliza nuestra herramienta de buscador de veterinario para localizar una clínica veterinaria en tu localidad. Tan pronto como tu perro se acostumbre a ti y a su nuevo hogar, llévalo de visita al veterinario. Además de hacerle un chequeo general, tendrás que hablar con él sobre desparasitación, vacunaciones e implantación de un microchip.
Lleva contigo algunos premios y hazle muchas caricias a tu perro. Con el veterinario adecuado y una actitud positiva, el viaje al veterinario puede ser una experiencia divertida para tu perro, en lugar de temible.